lunes, 16 de enero de 2012

Comer a Ciegas... ¡LITERAL! Una Experiencia Única


¡Wow! Tantas cosas que contar desde la semana pasada. Fuimos a Hebrón y estuvo increíble la experiencia. Estoy en proceso de escribir un blog específicamente de eso. También he salido con mis amigos a muchos lugares. He salido a comer, cenar, tomar café, a bares. En realidad, en Israel se disfruta hasta las cosas más pequeñas. Me refiero a solamente platicar con amigos, entender como piensan y ayudar a mis amigos a enfrentar nuestras vidas es una experiencia placentera.

Ayer tuve una experiencia que jamás voy a olvidar. Fui a un restaurante que se llama Blackout. Es un restaurante que está todo obscuro, uno no ve nada. Esta pequeña excursión la organicé porque tenía ganas de ver cómo era el restaurante. Además, el restaurante está muy cerca de donde vivo. En total éramos 10 amigos.

Cuando llegamos, no sabía que esperar. Nos dijeron que vayamos a usar el baño porque no íbamos a tener oportunidad de usarlo dentro de una hora y media. Después nos explicaron si queríamos comida sorpresa o si queríamos elegir del menú. Yo quise escoger una sorpresa, no iba a saber que comía hasta probarlo en la obscuridad.

Después de pedir nuestra comida, antes de entrar al restaurante, guardamos nuestras cosas en el casillero. Íbamos a entrar a un lugar donde no se ve nada, solamente  está obscuro. Entramos, conocimos a nuestra mesera que se llama Devora. Ella es ciega e iba a ser nuestra guía en esta aventura. Cuando estábamos entrando me dio miedo porque no veía nada. Nos dividimos en 2 grupos para que sea mas fácil, me senté con Josh Glazer, Yardena, Beki y Rachel. Devora nos llevó a nuestra mesa, nos sentó, yo no veía nada, estaba muy raro todo.

Empecé a tocar la mesa para ver donde estaban los cubiertos y cómo funcionaba todo. Platicábamos todos de lo asombroso de esta experiencia. Después Devora nos dijo que había agua al lado de mi. Me empecé a servir poca agua porque no quería que se me caiga. La pasé para que Yardena se sirviera. Fue rarísimo no poder ver nada. Vino el pan y estaba entre Yardena y yo. No sé que tenía pero me gustó mucho. Creo que tenía mantequilla, pero ni me supo a mantequilla.

Después de un rato vino nuestra comida. Devora se acordaba de nuestros nombres, de donde estábamos sentados, hasta de nuestras voces. Había veces cuando sabía ella quien estaba hablando, sin decirle quienes éramos. Me impresionó su manera de acordarse de todo. Yo le dije que mi comida era la de la sorpresa del pescado. Me tocó salmón con verduras. Le pregunté a Devora y me dijo que era salmón, pero no me dijo que tipo de verduras eran. Yo seguía comiendo, usaba el tenedor y las manos porque no sabía dónde estaba la comida. Nos compartimos comida, para probar lo demás. Le decía a alguien que me dé su mano. Cuando extendía la mano, le ponía la comida en su mano. Suena muy asqueroso, pero no había otra manera de compartir. No se veía nada!!!

Al final acabé mi comida, me encantó. Nos trajeron los postres. Tome una nieve, no sabía de que era pero me gustó muchísimo. También probé los otros postres y estaban mejores. Debido a que no puedo comer lácteos, tuve que pedir algo sin leche. Cuando estaba por acabar mi postre me dijo Devora que era coco con fresa. ¡Odio el coco! Si hubiera sabido que era coco, no lo hubiera comido. jaja. Más o menos, en ese momento, empezaba a hablar y a decir cosas sin sentido. Creo que la obscuridad me estaba haciendo un efecto. Creo que yo tengo que ver a la persona con la que estoy hablando. Mi sentido más desarrollado es la vista, creo yo. Por eso entendí que a veces para mi es muy difícil entender a alguien en el teléfono. Me costaba trabajo hablar, aunque suene muy patético así me sentí. Empezamos a platicar con nuestros amigos de la otra mesa, algo como a ver quién era la mejor mesa. jaja. Estuvo padrísimo...

Cuando salimos, hablamos de lo que comimos. Or, mi amiga me dijo que las verduras que venían con el salmón eran cebolla, berenjena y chile rojo. Si hubiera visto estas verduras no las hubiera comido!!!! La verdad es que no me gustan. jaja. Pero ni sabía que estaba comiendo, solo que estaba muy rico todo. Tampoco sabía lo del helado y me acabé toda la nieve. Es increíble el efecto que esta experiencia tuvo en mí.

La verdad es que nunca había hecho algo así. No saber que estás comiendo, no saber en donde estás. Fue una experiencia única. Ir con mis amigos fue increíble. Aprender de la inteligencia de Devora, que aunque no puede ver, hizo un trabajo increíble con nosotros. Nos guío y me enseñó que uno no tiene que ver para poder disfrutar la vida, uno tiene que sentir también con los demás sentidos como se siente la vida para disfrutarla. Hay que usar todo nuestro ser y todos nuestros sentimientos para aprender todos los días y para poder vivir felices. La felicidad de nuestras experiencias viene a través de la manera en la que nosotros sentimos la vida, como yo hice con la comida. No hay que ver los detalles minúsculos que no tienen sentido, esos detalles nos empañan nuestra felicidad, es mejor usar la vista para ver lo bello que es la vida y al mismo tiempo entender que se debe de sentir con todo el cuerpo para poder "ver" nuestra felicidad.

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