sábado, 18 de febrero de 2012

Empezar Proyectos Nuevos, Un Hasta Luego


Bueno, estoy en el avión, regresando a casa, pensando en todo lo que viví en estos 5 meses. Podría decir que estos meses han sido de los mejores meses de mi vida. He vivido muchas cosas y creo que he crecido mucho.

He querido escribir sobre muchas cosas en las últimas 2 semanas. Por falta de tiempo y por no querer que esta experiencia se acabe, no he podido escribir nada. He sentido muchas cosas y muchos sentimientos confundidos. Es como si parte de mi no se sentía parte del lugar en donde me encontraba, pero por otra parte se sentía parte de la comunidad que se formó con mis amigos. Fue muy difícil decir adiós, o hasta luego. Ha sido de las veces en mi vida donde he llorado mucho. Con solo pensar en los últimos momentos, me salen lágrimas de mis ojos cansados. Esos ojos que vieron a mis amigos juntos, por una última vez, en nuestra fiesta de despedida ayer por la noche. Era la última vez, esperamos vernos algún día, pero era la última vez, después de haber formado una familia con ellos.

Las despedidas son muy difíciles para mi, aunque sé que es parte de crecer y madurar, es parte de vivir la vida al mil por ciento, de la manera en la que me gusta a mí vivirla. Las despedidas empezaron el lunes, una semana antes de irme. Siento que ese lunes fue hace mil millones de años. He hecho tantas cosas que no puedo creer que eso paso hace nada más una semana.

Empecé a llamar a gente para despedirme, para decirles gracias por todo. El martes fue un día muy especial. Fue nuestro ultimo día de clases, esas clases que me encantan, esas clases donde no hay calificaciones ni certificados, son clases porque queremos aprender y nos gusta tratar de entender los problemas o conflictos que pueden haber en Israel. Esas clases de Hebreo, donde también para mi era un “recreo”, un lugar donde nuestras amistades crecían cada vez mas. Siento que esas clases de Hebreo me han motivado a aprender más sobre el idioma. Solamente llevo unas horas fuera de Israel y se me hace raro no pedir comida o un café en Hebreo, hay veces donde se me ha salido el “Efshar”.

Ese mismo martes fue el último día en el futbol. Fuimos a un partido en Casjin que es un pueblo árabe en el norte de Israel. El partido estuvo cardiaco, fue muy difícil ver cómo mi equipo estaba teniendo problemas. El entrenador se desmayó al final del partido. Lo que más me impresionó de él es que, aunque solamente faltaba 1 minuto en el partido, me metió al partido para que pueda jugar por lo menos 1 minuto en un partido oficial. Para mi eso fue muy importante y valioso. No fui a muchos partidos por compromisos del programa, el entrenador aun así hizo todo para que pueda jugar. Lo aprecié mucho. Después de todo el balagán que siempre se arma con estas chavas (tienen mucha pasión y les gusta gritar mucho), cuando estábamos apunto de irnos en el camión, le di una carta de agradecimiento al entrenador. Estaba muy feliz de haber podido jugar por lo menos un minuto y claro, estaba muy agradecida porque me había dejado ser parte del equipo de Holon. Aunque no jugué mucho, finalmente, me sentía parte del equipo. Todavía me sorprendió más el entrenador. Hizo que todas bajáramos del autobús para presentarme con el jersey del equipo en frente de todas. Fue un momento muy triste y alegre. Alegre porque me di cuenta que de verdad me querían mucho las chavas, (aunque son Israelíes y creo que no se muestra mucho el afecto), pero me sentí muy querida.  Traté de decirles gracias en Hebreo pero la emoción me ganó y no me salían las palabras. Fue algo muy bonito.

El miércoles fue un día también muy movido y muy difícil, pero feliz. Ese día le mande mensaje a Rafa diciéndole gracias por todo, es que la verdad fue alguien muy importante. Me ayudó muchísimo estando en Israel, creo que él no lo sabe. Fue difícil entender que ahora si no lo iba a ver en mucho tiempo, pero la vida sigue. También mis amigos Karen y Nathan, los del Ulpan se volvieron muy buenos amigos. Nos despedimos en casa de Josh con pitot y guacamole, al estilo Mexicano. También ví a Dalia, la amiga de mi mamá y también nos dijimos hasta luego.

El jueves, después de ver a mi prima Amelia, me despedí de mi amigo Palestino Marwan. Fui a Beit Lejem yo sola. Me dio una excursión del lugar y platicamos de la situación. Me encantó platicar con él. Espero regresar pronto y poder hablar más con el porque hay muchas cosas que él no sabe de la situación, como tampoco yo. Nos enseñan muchas veces las cosas de un lado, no de parte  de los dos, siento que ese es el problema. Es importante platicar con la gente y visitarnos para ver cómo viven.

El viernes fue un día muy emotivo. Fui a Gedera a visitar a mi amiga Shelly. Ella también estuvo en el accidente el viernes pasado. Estaba en su casa e hicimos pan Francés y platicamos. Ella es una amiga increíble. Le tengo muchísimo cariño. En el camino de regreso ví a mi prima Amelia en la estación y llegamos a casa. Cocinamos para mi último shabbat y tuvimos la cena. Esas cenas de shabbat son las mejores cenas. Hablamos de muchísimas cosas, nos reímos, platicamos de todo, cantamos y hacemos mil cosas. En este shabbat hacíamos caras de nuestros profesores, fue como un año en review. Contamos nuestras anécdotas. Estuvo increíble, aunque confieso que Al principio no me gustaba como eran las cenas, pero siento que esas cenas nos acercaron mucho y crearon a nuestra familia de Yafo. En la perashah e la semana, los judíos salían de Egipto e iban hacia Israel, creando nuevos caminos, de la misma manera en la que yo y mis amigos estamos haciendo. Literal, estoy acabando algo, pero algo nuevo empieza.

El sábado nos levantamos tarde y comí sándwiches con mi prima, empaque todas mis cosas que me faltaban, Después fuimos a caminar con los demás. Nos agarró la lluvia y tuvimos que correr, pero fue muy chistoso. Ese mismo sábado fui a cenar con Amelia. Fui a Haronsons, un lugar de sándwiches y de ensaladas y de pizzas pero de carne.

El domingo fue día de acabar de empacar, de las últimas compras, de prepararme. Vendí mi bici. Algo muy importante del domingo fue nuestro “talent show de Yafo”. Se supone que todos preparamos algo, y aunque no tengamos tanto talento, fue muy divertido. Beki nos enseñó diferentes poses, Melissa hizo un gran show con el aro, Elliot cantó, Sam y Rachel hicieron el baile de las lastimadas, Shaina y Sophie filmaron un video bailando ballet, por cierto muy chistosos. Yo hice un video donde pongo un collage de fotos y cosas que todos recordamos. Después les di a cada uno de mis amigos una carta diciéndoles gracias por todo y recordándoles que los quiero mucho.

El lunes fue el día más difícil. Empezó tomando mi último camión en Tel Aviv. Íbamos camino a Beth Daniel, un centro del movimiento Reformista. Nos hicieron actividades. La primera fue llenar formularios y decir qué parte cambiaría del programa y que me gustó. La segunda fue con Moshe. Vimos un video de judíos que han venido a Israel y platicamos si hemos cambiado o no. En ese momento me di cuenta que me iba a ir de Israel, que eran mis últimas horas ahí. Y sí, yo creo que he cambiado. Sigo siendo Sionista, pero quiero que Israel cambie su actitud ante algunas cosas (como por ejemplo inmigración), pero sigo sintiendo que debe de existir. También siento que mi conexión con el Judaísmo se apagó un poco estando en Israel, pero eso puede ser porque estuve mucho tiempo ahí. No sé.

Después tuvimos la actividad con Noa. Esa actividad me llenó de lágrimas. Primero íbamos en un círculo y decíamos 5 cosas de algo, por ejemplo, calles de Yafo, y esa pregunta le tocó a Shelly, después Shelley le preguntó a Shaina con otra pregunta y Shaina a mi  y así poco a poco. Las respuestas eran muy graciosas y las preguntas también. Después dijimos qué foto pondríamos en nuestra cama, como un collage de lo vivido en estos meses. Para mi es el que Shelly me regaló, que me encantó ese detalle. Pero también me llevaría todo porque sin todo, esta experiencia no sería la misma. Para que hayan momentos bonitos y para poder apreciar lo bonito, también hay que recordar lo triste o lo malo que alguna vez sentimos. Yo sentí y sigo sintiendo que extraño a mi familia, pero aprecio estar con mi familia de Yafo, de la misma manera que ahora los extraño. Es muy raro no estar ahí, escuchando hebreo,  no sé. La última actividad era cerrar los ojos y escuchar preguntas que hacía Noa. Las preguntas eran que si alguien a quién ves como un mentor, a alguien que es tu amigo, cosas así. Cada vez le dijo a 2 personas que  se paren para que toquen a las personas con lo que diga la respuesta. Yo la mayoría de las veces toque a todos, como todos tocamos a todos simplemente porque nos tenemos mucho cariño. Al final dijo sus últimas palabras Noa, diciendo qué bueno que muchos se quedan, que los que no, o sea yo y Sam nos van a extrañar. A todos se nos salieron las lágrimas. Nos estábamos despidiendo, no lo podía creer. Qué raro sentí en ese momento. Tanto cariño estaba creciendo en nosotros, yo, solamente la única que se iba de regreso a Estados Unidos, y con todo y todo todos se sentían tristes porque sabían que algo acababa y algo nuevo tenia que comenzar.

Lo más triste y emotivo pasó en la noche del lunes. Tuvimos una cena o fiestecita. Todos estábamos presentes, creo que es la primera vez que eso pasó en todo el tiempo. Eliah me dijo que cuando quiera me puedo quedar en su casa, que no lo dude regresar a Israel. Aunque no hicimos tantas cosas me cayó muy bien, me dio coraje no poder vivir mas cosas con él y con todos, claro. Sentí muy triste saber que ya tenía conmigo mis maletas, que era solamente cuestión de horas. Tomamos muchas fotos con labios, bigotes, lentes de cartón que hizo Melissa. Comimos, vimos un video que hizo Beki con video de parte de todos diciendo cosas del programa o diciendo cosas bonitas de algo del programa. Lo mas triste fue después del show de Melisa con los aros otra vez, todavía tenía 10 minutos más, pero empecé a decir adiós, o un hasta luego a mis amigos. Cuando me despedí de Sam me dio muy fuerte y entendí que era hora de irme. O sea, me dio muy fuerte y empecé a llorar como creo nunca he hecho. Solamente cuando me fui de México para vivir en Miami sentí despedirme de todos. Era una realidad. Me despedí de todos, fue un momento muy triste. Es que voy a extrañar a todos. Fueron tan lindos conmigo, fuimos tan unidos y me dio tristeza despedirme de ellos. Ellos se volvieron mi familia. Cuando ví a Rachel, ella también estaba llorando muy fuerte, wow, hasta siento escalofríos solamente recordándolo, pero es que me dieron mucho amor. Era una familia, aunque no sentía un hogar, siempre sentí la familia de Yafo. Cuando había un problema me iba con ellos, solamente estando ahí presentes mi día cambiaba. Aprendí muchísimo de ellos. No les quería decir adiós o hasta luego, quería quedarme pero el taxi nos esperaba a mí y a Josh. Gracias a D-os Josh vino conmigo en el taxi al aeropuerto. Él también tenía un vuelo al mismo tiempo.

En el camino pensé y platiqué con Josh sobre el programa. Ya se había acabado, todos los momentos y experiencias se habrán convertido en memorias. Llegamos al aeropuerto, hicimos check in y entregamos nuestras maletas y todo, vino Illil mi amiga a despedirme (lo cual agradecí muchísimo). Seguí con Josh no me quería ir, no quería regresarme para ir a mi sala, quería que esta aventura siguiera. Pues bueno, me fui, subí al avión dejando atrás todos los momentos, toda mi familia de Yafo.

No lo puedo creer, estoy feliz por haber vivido esta experiencia, feliz por haber encontrado a mis amigos que se hicieron mi familia, feliz y suertuda por haber tenido 5 meses tan intensos tan emotivos, llenos de cosas complicadas pero también cosas simples, esas cosas simples que hacíamos en el departamento solamente hablando de nosotros, de la vida en si. Son 5 meses que jamás voy a olvidar, siempre tendré conmigo. Y bueno, la vida sigue, los proyectos siguen, hay muchas cosas que todavía tengo que hacer... Seguimos pa’lante!

martes, 17 de enero de 2012

Viendo Basquetbol en Israel... Mismo Deporte, Diferentes Estilos... :)


Hoy fui a un partido de basquetbol con Jo-Mo, Glazer y Sam. ¡Estuvo increíble! Hay tantas cosas diferentes, comparando a Estados Unidos y a Israel. Aunque es diferente la manera en la que se juega, ¡en los dos lugares uno se divierte muchísimo!

Aunque llegamos un poco tarde, pudimos entender un poco como funciona el basquetbol profesional en Israel. Uno entra al estadio y ve una porra de más o menos 30 personas. Todo el partido están cantando porras como si fuera un partido de fútbol. Llevan hasta tambores y banderas. También en el estadio hay cosas escritas en cintas, como en un partido de fútbol. El estadio es muy chiquito por dentro, aunque por fuera el Nokia Stadium pareciera un monstruo. La gente ve dunks no encestadas como algo natural, se emocionan mucho cuando algún jugador encesta de 3 pero los dunks no son tan importantes. Todos saben que Maccabi Tel Aviv va a ganar, es muy raro ver que pierdan en la liga Israelí. Aunque en la liga de la Europa los partidos parecen que son mas divertidos. Esos partidos son carísimos y aunque el partido sea en el futuro, los boletos se acaban muy rápido. 

Cuando llegas, te sientas en donde quieras, dentro de tu sección. No importa lo que diga tu boleto, me dijo la que se supone que sienta a la gente, “donde tú quieras, siéntate”. Nos sentamos en donde habían 4 lugares para sentarnos juntos. La gente es diferente, uno ve a muchas familias, muchos niños. La gente no come hot dogs o corn dogs o algún tipo de pollo (ya sea en la forma de alitas de pollo, dedos de pollo o pollo regular), la gente come palomitas y pepitas. Hasta la persona que estaba al lado de Sam lo tomó al próximo nivel y comió hojas de árbol. El show de medio tiempo, y entre cada cuarto, es ver a niños chicos encestar en la canasta, el que queda al final es el que gana la competencia. Las bailarinas hacen unos bailes, pero no están vestidas de la misma forma que las bailarinas en Estados Unidos ni se visten ni hacen los mismos bailes tan provocativos. El anunciador del partido no tiene la misma energía cuando alguien encesta, pero durante los 108 puntos de Maccabi Tel Aviv dice quien encestó. El tiempo de juego es un poco menos de 2 horas cuando en Estados Unidos puede rebasar esas 2 horas. 

Una experiencia un poco rara, viendo el basquetbol de manera diferente, pero cierto. Nosotros solamente platicábamos de nuestros equipos de casa. Estaba con un amigo de Nueva York, otro de Chicago, otra amiga de California y yo. Nuestros equipos, nuestros estadios, nuestras experiencias son muy diferentes. Pero en ese momento, cuando observábamos qué tan diferente era todo, pues fue muy divertido platicar de deportes. Aunque el nivel no sea tan bueno como en Estados Unidos, vimos jugadas muy buenas. Vimos “dunks”, “3-pointers...”  El deporte es el mismo, no importa si estás en China, Israel, Estados Unidos o en otro país del mundo. Los deportes son increíbles, se pueden jugar diferente, se puede observar diferente, los estadios pueden ser diferentes también pero se juega el mismo deporte. Aunque hasta también se puede jugar de diferente estilo. El estilo del basquetbol Israelí es un estilo más personalista, en mi opinión. 

Viendo las diferencias y las cosas similares, me encantó ir al partido. Primero que nada, la gente con la que fui es gente muy buena onda. Curiosamente, los 4 nos vamos a regresar a Estados Unidos cuando acabe el programa. Me encantó presenciar el partido, aunque sabíamos que Maccabi Tel Aviv iba a ganar, hubieron veces cuando queríamos que Ashkelon anote muchos puntos para que se ponga bueno el partido. Y mis asientos estaban súper buenos. Unos asientos en el mismo lugar, viendo un partido de NBA, me costarían más de 100 dólares. Los boletos me costaron menos de 20 dólares en Israel. ¡Cuando salí del estadio estaba feliz! Platicaba con Sam durante todo el camino a casa. Quisiera ir a otro partido, pero creo que ya no voy a poder porque me voy a regresar en 2 semanas. Igual, voy a aprovechar estos días al máximo. Espero que el próximo partido que pueda ver sea un partido de fútbol soccer... Ya les contaré que tal... 

lunes, 16 de enero de 2012

Comer a Ciegas... ¡LITERAL! Una Experiencia Única


¡Wow! Tantas cosas que contar desde la semana pasada. Fuimos a Hebrón y estuvo increíble la experiencia. Estoy en proceso de escribir un blog específicamente de eso. También he salido con mis amigos a muchos lugares. He salido a comer, cenar, tomar café, a bares. En realidad, en Israel se disfruta hasta las cosas más pequeñas. Me refiero a solamente platicar con amigos, entender como piensan y ayudar a mis amigos a enfrentar nuestras vidas es una experiencia placentera.

Ayer tuve una experiencia que jamás voy a olvidar. Fui a un restaurante que se llama Blackout. Es un restaurante que está todo obscuro, uno no ve nada. Esta pequeña excursión la organicé porque tenía ganas de ver cómo era el restaurante. Además, el restaurante está muy cerca de donde vivo. En total éramos 10 amigos.

Cuando llegamos, no sabía que esperar. Nos dijeron que vayamos a usar el baño porque no íbamos a tener oportunidad de usarlo dentro de una hora y media. Después nos explicaron si queríamos comida sorpresa o si queríamos elegir del menú. Yo quise escoger una sorpresa, no iba a saber que comía hasta probarlo en la obscuridad.

Después de pedir nuestra comida, antes de entrar al restaurante, guardamos nuestras cosas en el casillero. Íbamos a entrar a un lugar donde no se ve nada, solamente  está obscuro. Entramos, conocimos a nuestra mesera que se llama Devora. Ella es ciega e iba a ser nuestra guía en esta aventura. Cuando estábamos entrando me dio miedo porque no veía nada. Nos dividimos en 2 grupos para que sea mas fácil, me senté con Josh Glazer, Yardena, Beki y Rachel. Devora nos llevó a nuestra mesa, nos sentó, yo no veía nada, estaba muy raro todo.

Empecé a tocar la mesa para ver donde estaban los cubiertos y cómo funcionaba todo. Platicábamos todos de lo asombroso de esta experiencia. Después Devora nos dijo que había agua al lado de mi. Me empecé a servir poca agua porque no quería que se me caiga. La pasé para que Yardena se sirviera. Fue rarísimo no poder ver nada. Vino el pan y estaba entre Yardena y yo. No sé que tenía pero me gustó mucho. Creo que tenía mantequilla, pero ni me supo a mantequilla.

Después de un rato vino nuestra comida. Devora se acordaba de nuestros nombres, de donde estábamos sentados, hasta de nuestras voces. Había veces cuando sabía ella quien estaba hablando, sin decirle quienes éramos. Me impresionó su manera de acordarse de todo. Yo le dije que mi comida era la de la sorpresa del pescado. Me tocó salmón con verduras. Le pregunté a Devora y me dijo que era salmón, pero no me dijo que tipo de verduras eran. Yo seguía comiendo, usaba el tenedor y las manos porque no sabía dónde estaba la comida. Nos compartimos comida, para probar lo demás. Le decía a alguien que me dé su mano. Cuando extendía la mano, le ponía la comida en su mano. Suena muy asqueroso, pero no había otra manera de compartir. No se veía nada!!!

Al final acabé mi comida, me encantó. Nos trajeron los postres. Tome una nieve, no sabía de que era pero me gustó muchísimo. También probé los otros postres y estaban mejores. Debido a que no puedo comer lácteos, tuve que pedir algo sin leche. Cuando estaba por acabar mi postre me dijo Devora que era coco con fresa. ¡Odio el coco! Si hubiera sabido que era coco, no lo hubiera comido. jaja. Más o menos, en ese momento, empezaba a hablar y a decir cosas sin sentido. Creo que la obscuridad me estaba haciendo un efecto. Creo que yo tengo que ver a la persona con la que estoy hablando. Mi sentido más desarrollado es la vista, creo yo. Por eso entendí que a veces para mi es muy difícil entender a alguien en el teléfono. Me costaba trabajo hablar, aunque suene muy patético así me sentí. Empezamos a platicar con nuestros amigos de la otra mesa, algo como a ver quién era la mejor mesa. jaja. Estuvo padrísimo...

Cuando salimos, hablamos de lo que comimos. Or, mi amiga me dijo que las verduras que venían con el salmón eran cebolla, berenjena y chile rojo. Si hubiera visto estas verduras no las hubiera comido!!!! La verdad es que no me gustan. jaja. Pero ni sabía que estaba comiendo, solo que estaba muy rico todo. Tampoco sabía lo del helado y me acabé toda la nieve. Es increíble el efecto que esta experiencia tuvo en mí.

La verdad es que nunca había hecho algo así. No saber que estás comiendo, no saber en donde estás. Fue una experiencia única. Ir con mis amigos fue increíble. Aprender de la inteligencia de Devora, que aunque no puede ver, hizo un trabajo increíble con nosotros. Nos guío y me enseñó que uno no tiene que ver para poder disfrutar la vida, uno tiene que sentir también con los demás sentidos como se siente la vida para disfrutarla. Hay que usar todo nuestro ser y todos nuestros sentimientos para aprender todos los días y para poder vivir felices. La felicidad de nuestras experiencias viene a través de la manera en la que nosotros sentimos la vida, como yo hice con la comida. No hay que ver los detalles minúsculos que no tienen sentido, esos detalles nos empañan nuestra felicidad, es mejor usar la vista para ver lo bello que es la vida y al mismo tiempo entender que se debe de sentir con todo el cuerpo para poder "ver" nuestra felicidad.

jueves, 5 de enero de 2012

Romper el Silencio... ¿Esta Bien? ¿Mal? ¿Que Otra Opción Nos Queda?


La semana pasada tuvimos una plática muy interesante sobre lo que esta pasando en Hebrón. La organización que vino a hablar con nosotros se llama Breaking the Silence. Esta organización se formó hace como 5 años. Son ex soldados Israelíes que han visto cosas muy fuertes. Por ser parte del ejército han tenido que actuar como le dicen sus sargentos. No pueden dejar de hacer lo que les dicen que tienen que hacer.

Cuando regresé de mi viaje con Palestinos y con Israelíes, Useeid, un amigo nuevo, me mandó un link para que vea lo que es la organización. Fue una casualidad ver el video unos días antes de la plática. El video es una muestra de lo que está pasando en Hebrón y en otras partes de Cisjordania y Gaza. Los soldados hacen cosas inhumanas, es por la situación en la que están. No es porque son malas personas, si no porque necesitan proteger a Israel y a los judíos que viven en áreas Palestinas.

En Cisjordania hay 3 áreas de control. Área A es área que los Árabes tienen el control, o sea la Autoridad Palestina. Área B es que Israel y Palestinos tienen control. Área C es que sólo Israel tiene el control. En Hebrón es área B, pero dentro de estas áreas hay dos áreas más. Área H1 es donde viven los judíos y ahí mismo solamente pueden estar judíos, no puede haber ningun Palestino, es prohibido para ellos. Área H2 es donde están los Palestinos. Ahí pueden estar los Palestinos y si quieren también los judíos. El problema es que los ciudadanos de Israel son los judíos, los que deciden hacer su asentamiento en Hebrón, por ejemplo. El ejército de Israel tiene la obligación de proteger a estos ciudadanos de los Palestinos, entonces, por eso hay muchos problemas. Cuando un Palestino ataca a un judío, hay problemas con el ejército. Cuando el judío ataca al Palestino, la policía es llamada y el judío no es tratado de la misma manera como el soldado trata al Palestino.

Como pueden ver, hay un problema de territorio. Como en Hebrón, también existe este problema en muchas partes de Cisjordania o de Gaza. Prácticamente los Palestinos necesitan permisos para poder ir a cualquier lugar, pero los judíos no necesitan ningún permiso. Por eso, para poder tener algún tipo de orden pasan muchas cosas. Los soldados han golpeado a Palestinos y los han tratado muy mal. Tienen turnos de 8 horas cada 8 horas. Quiere decir que duermen o comen o se relajan 8 horas y vuelven a regresar después de estas 8 horas a su trabajo. También tienen un trauma después de pasar por esto y hacen cosas que cualquier persona normal no haría, pero tienen que hacerlas.

Por ejemplo, hay muchas veces cuando los soldados tienen que entrar a casas de Palestinos. Esto puede ser a la hora que sea, en la mañana, tarde o hasta en la mitad de la noche. Se establecen ahí por horas, o hay veces hasta días. Cuando no pueden salir de ahí, porque hubo una bomba o algo peligroso, no tienen comida o agua, pero tampoco pueden tomar la comida o el agua del lugar. Tampoco se pueden sentar en los sillones, no pueden bañarse. Prácticamente están sentados en el piso con todo su uniforme por días. No siempre comen bien, porque no pueden salir de las casas en donde están. Entonces se quedan ahí mucho tiempo. La gente adentro de la casa se queda en un piso y tampoco pueden salir de su casa. Es una situación muy incómoda. Pero por qué entran los soldados a las casas de esta gente? Bueno, pues necesitan entrar ahí porque necesitan hacer sentir su presencia, porque tienen que mantener el área en paz, no pueden tener ningún tipo de incidentes.

Otro problema es en los puntos de chequeo. Son solamente 4 soldados para controlar a cientos de Palestinos que pasan por este punto. Si los soldados parecen ser un poco débiles los Palestinos van a atacarlos para que puedan pasar al otro lado. Es una situación difícil.

Este problema no se puede solucionar solamente con los soldados no haciendo su trabajo. Este problema es más grande, es responsabilidad del gobierno y de la gente de arriba. Es el problema de la manera en la que los judíos son tratados. A ellos no los lastiman, pero a los Palestinos los tratan muy mal. Por eso hay tanto odio y tantos problemas. Deben de ser tratados todos por igual. Los judíos en Hebrón son solamente 750 personas. Son personas que viven en asentamientos, que piensan que todo Israel debe de ser de ellos. El martes voy a conocer a algunos de ellos, espero que me expliquen porque no se van de ahí, por qué no mejor dejan que los Palestinos vivan ahí y ellos que se vayan a otro lado. No entiendo, la verdad no entiendo.

La organización Breaking the Silence es una organización que recauda testimonios de soldados que han estado en esta situación. Muchas veces los soldados no pueden hablar de esto con nadie porque son cosas terribles. Ellos quieren olvidarse de todo lo que pasó en el ejército. Cuando acaban su servicio, ellos quieren seguir con su vida. Muchos de ellos regresan a los lugares donde estuvieron y no pueden creer lo que hacen los soldados, pero esos trabajos son exactamente los mismos trabajos que ellos hacían antes. Lo malo de toda esta situación es que no se sabe qué va a pasar en el futuro, qué pasará cuando los Palestinos se harten de toda esta situación y quieran acabar con esto? Mi amiga Rawan es de Hebrón y ella ha visto muchas cosas de estas. Espero poder verla en Hebrón y preguntarle muchas cosas. Espero ir, conocer, entender un poco más la situación y regresar con más conocimiento. Ya les contaré mi experiencia en unos días más.

lunes, 2 de enero de 2012

A 1 Mes de Acabar una de las Mejores Experiencias de mi Vida!


Estoy a un mes de irme de Israel y acabar esta gran experiencia. Siento que he aprendido mucho en todos los sentidos, hasta en el amor... Pero bueno, hay muchas cosas que contar que no se ni por donde empezar.

Primero, en mi trabajo voluntario va bien un lugar. Tuve que dejar de trabajar en Amal un rato, pero este miércoles voy a regresar a trabajar, quiero aprender más de los niños de ahí. También en Ironi Z estoy muy feliz trabajando con Melissa. Hacemos nuestras clases divertidas, aunque los niños no siempre cooperen con nosotras, hacemos todo lo posible para enseñarles cosas divertidas. La verdad es que me encanta cuando hacen algo bien, me siento muy feliz de que aprendan. En Amal estoy ayudando a niños con el Inglés. Hacemos trabajos que tienen que ver con el Inglés pero solamente estando ahí siento que estoy haciendo algo positivo con ellos. Las maestras dicen que son niños muy difíciles pero yo creo que son niños muy buenos, solamente hay que darles un chance. En Omanoot ya no estoy trabajando más. El dueño no tenía tiempo de reunirse con nosotros entonces mejor dijo que no trabajemos mas ahí. Lo que me llevo de Omanoot, es la experiencia y los buenos momentos. También la tranquilidad de que di lo mejor de mí. Me divertí mucho y aprendí mucho también.

Les cuento también que acá hay cosas que pueden parecer muy pequeñas pero acaban siendo lo mejor de mi día. Por ejemplo, hace unos días nos reunimos con amigos del Ulpan para comer postres. La reunión fue una reunión súper alegre, todos estábamos felices y contentos. Cuando regresamos Rachel y yo en bici, estaba lloviendo muy fuerte. Yo tenía dos opciones, o llorar, o reírme. Pues, decidí reírme de lo que había pasado. Aunque nos estábamos mojando, estaba feliz de la vida. Tanto así que empecé a brincar con mi bici en los charcos, mojaba toda mi bici y también mojaba muchísimo a Rachel. Llegué a bañarme porque apestaba a caño, jaja. Son cosas así que me hacen muy feliz estando acá. Siempre cuando nos reunimos en un departamento, platicamos de cosas, de nuestras vidas, es lo mejor de todo el día. Ahora puedo decir que he encontrado en Israel a amigos que siempre quiero que estén conmigo. Sobre todo Rachel y Sam, son con las que tengo mas contacto. Con Rachel siempre que vamos a ir a un lugar (como un bar o algún lugar en la noche), nos vamos en bici juntas. Nuestra salida empieza cuando salimos de la casa en bici, no cuando llegamos al lugar. Ya tenemos nuestra ruta de ida y de venida (depende mucho de las subidas y bajadas de la calle). Es muy divertido, son momentos padrísimos como antier cuando fuimos a un bar en el shuk con Jordan, Glazer y Melissa. Se me pasó el tiempo volando, solamente platicando con ellos simplemente, es muy divertido.

Con el soccer, todo va bien. Aunque no he jugado ningún partido oficial, me gusta ir a divertirme a jugar con chavas muy buena onda y con chavas que se toman en serio el fútbol. La mayoría juega en el equipo nacional de Israel. También con ellas he salido a cenar. Aunque no siento que soy su amiga, igual me gusta mucho porque se portan muy bien. Muchas de ellas ya saben que me voy a regresar a Miami, hay unas que me dicen que me quede en Israel más tiempo. Aparte el entrenador es muy bueno y muy comprensible. El entiende que tengo otras responsabilidades con el programa y entiende que hay veces no puedo ir a los entrenamientos o partidos. Hay veces no tengo ganas de ir a los entrenamientos, pero cuando voy me divierto muchísimo. Los mejores entrenamientos son cuando jugamos con nosotras mismas, generalmente son los domingos, pero cualquier día de la semana es muy padre ir a hacer ejercicio, algo que me urge porque acá como cosas que no debo, jaja.

En año nuevo, fui a desayunar en la mañana con Shelly, Sam y un amigo de Shelly. Me divertí mucho y comí mucho. Se supone que íbamos a ir a Benedict (lugar popular en Israel), pero nos fuimos a otro lugar porque estaba lleno. Estuvo muy divertido y comimos mucho. Era el cumpleaños del amigo de Shelly y hasta comimos pastel. En la noche, fui a un asado con mis amigos del programa, estuvo interesante porque la mayoría de la gente eran amigos de Jordan. jaja. Después fuimos a un antro y estuvo llenísimo, pero no entendí cuando fueron las 12 de la noche, no contaron. Nos íbamos a ir después del conteo, me estaba yendo y un amigo de Niran me preguntaba que por qué me iba, él no tenía ni idea de la hora que era. Lo que más me gustó de esa fiesta es que, como no me sentía muy bien anímicamente, mis amigas hacían todo para que este feliz. Las amo!!!! De verdad que he encontrado gente súper buena onda, gente divina.

Hace como 3 semanas hicimos un viaje al desierto. Otra vez hicimos caminatas larguísimas por el desierto. Lo mejor de la caminata fue el primer día cuando bajamos escaleritas naturales, parecía una pista de obstáculos, después bajamos escaleras, cuando veías al precipicio sentías un miedo enorme. Pasamos también por un río de piedras. Estaba muy padre. El desierto inspira mucha calma. Nos dormimos en casas de campaña enormes como antes y comimos muy rico. Lo bueno de este viaje fue que fueron 3 días, se sintió como un viaje de verdad. Estuvimos en el mar muerto el último día. Eso fue divertido también porque nos pusimos lodo en nosotros y fuimos al mar muerto a flotar. También habían springs que son como albercas de agua muy caliente natural que es buena para el cuerpo, uno flota en esas albercas. Los viajes son importantes porque nos da la oportunidad de conocernos más y de estar juntos. Platiqué mucho con Ellin, la madrijá y con mis compañeros. Ya tenemos títulos, por ejemplo, la vez pasada Josh y yo hicimos pan pita, esta vez nos tocó hacer pita otra vez y Josh y yo fuimos encargados. Son muy cansados, pero muy divertidos, el próximo viaje es en 1 semana y yo estoy encargada de planearlo con otros 2 compañeros. Me encargué de no hacer tantas caminatas. A lo mejor y planeo un rally o algo así.

Este fin de semana voy a ir a Jerusalem. Paulina y yo vamos a platicar y a estar con un grupo de Taglit. Vamos a enseñarles lo que es el programa Tikkun Olam y vamos a compartir nuestras experiencias. Estoy emocionada porque me encanta conocer gente diferente y me encanta hacer actividades y cosas así. Me gusta cómo en este programa hay oportunidad para desarrollar este tipo de habilidades. Es muy importante conocer actividades, saber qué tipo de actividad para cada grupo. Ya tenemos la actividad que vamos a hacer y estoy emocionada de compartir tiempo con Paulina que es una chava muy divertida.

Me siento como si estoy lista de irme a mi casa, estoy a 25 días de irme y acabar esta gran experiencia. Siento que he aprendido mucho en todos los sentidos. He aprendido sobre mí, he aprendido sobre el conflicto entre Israel y Palestinos, he aprendido sobre relaciones, he aprendido sobre gente muy diferente a mí, pero muy buena también. Son muchas enseñanzas, son muchas experiencias, aunque me quiero regresar a mi casa en este momento para ver a mi familia, también siento que estos 25 días serán muy felices. Estoy yendo a museos, saliendo muchas noches, aprovechando el tiempo, viajando y visitando a gente para que acabe esta experiencia con broche de oro!

sábado, 24 de diciembre de 2011

Un Viaje Diferente de Coexistencia



Ayer regresé de un viaje de dos días. El viaje fue increíble porque visité lugares que no conocía y también fui con gente diferente.

Este viaje es parte de un proyecto de Israelíes y Palestinos. Es un viaje único y es exactamente lo que se necesita hacer para poder entendernos mejor.

El viaje fue a Cisjordania. Visitamos durante dos días dos lugares muy interesantes. El jueves nos tocó visitar Jericó y el viernes Beit Lejem. La gente eran Israelíes y Palestinos. Mi amiga y yo fuimos las únicas personas que éramos consideradas internacionales.

La verdad el viaje empezó el miércoles en la noche. Primero porque fue cuando nos quedamos en Jerusalem a dormir, para poder llegar a tiempo el jueves en la mañana a Bet Yala. Pero también porque no sabia si debía ir al viaje. Tenía mucho miedo de ir a Cisjordania. Pensaba que a lo mejor era mejor no ir al viaje. Quizás me convenía regresarme a mi casa. Para un judío ir a los territorios Palestinos puede parecerle muy  peligroso. Es como ir a la cueva del lobo. Yo me sentía feliz pero también con mucho miedo.

El jueves nos despertamos temprano, le llamé a Sarah (una organizadora), para saber si ella sabía como llegar. Después de un tiempo me dijo que mejor ella nos llevaba. No lo hizo de buen gusto porque le llamamos al último segundo, pero bueno. Llegamos a tiempo a Bet Yala, el lugar de encuentro. Bet Yala es un lugar en Cisjordania donde Israelíes y Palestinos pueden ir sin problema. Es parte de una área donde los dos tienen el permiso de entrar. Ya había llegado Noam, un Israelí de Tel Aviv. Poco a poco empezaron a llegar muchas personas. Empecé a platicar con Tder, un Palestino, primo de mi amiga Rawan que vive en Hebron.

Después de poner nuestras maletas en los cuartos, salimos a conocer Jericó. En el camino estuve platicando con una señora muy interesante. Se llama Elsheva. Ella es Etíope, Israelí judía y ella se mudó a Israel cuando tenía 4 años. Me la pasé hablando con ella mucho tiempo. Su familia se fue de Etiopia a Sudan y de Sudán a Israel. Todo esto les tomó años. Ellos iban en busca de Jerusalem, no sabían que Israel existía. Durante el camino vimos a Jerusalem desde Cisjordania, vimos Maalei Adumim que es un vecindario muy bonito de judíos a las afueras de Jerusalem. Es increíble qué tan cerca está de Cisjordania, literalmente es el borde de lo que es el lado judío y el lado Palestino.

Por fin llegamos al palacio de Hisham. El palacio está prácticamente destruido. Son unas ruinas lo que queda y los mosaicos que están son hermosísimos. Vimos una película que nos enseñaban lo que le pasó al castillo. Pasó un temblor y destruyó todo lo que había. Ahora solamente quedan piedras tiradas y algunas columnas. Nuestros amigos Palestinos nos contaban que han venido a este lugar. Habían 2 mosaicos, uno era de el árbol con las gacelas de un lado  y un león y una gacela del otro lado. Significaba el bien y el mal, lo que es aceptado y lo que no. Era muy interesante, y el mosaico estaba en lo que antes era el espacio del rey Hisham, donde él descansaba. De ahí nos fuimos a la montaña de la tentación.

En esa montaña había una Iglesia Greca-Ortodoxa. Estaba situada hasta arriba de la montaña. Cuando llegamos vimos a un grupo de Nigeria que venía en un viaje religioso. Eran muchísimos de ellos. No me dio tiempo de platicar con ellos, pero me pareció increíble ver a tanta gente haciendo un viaje religioso a Israel.

Nos fuimos en teleférico hasta arriba de la montaña. Me encantó la vista que teníamos. Era impresionante ver a todo Jericó en frente de nosotros. Cuando subíamos veíamos por la ventana la agricultura del lugar. Habían muchos plátanos y creo que también col. No nos dejaron entrar a la iglesia pero estuvo muy divertido porque platicábamos todos juntos acerca de lo que hacíamos, donde vivíamos. Le llamaron al padre para que nos dejara entrar pero no quería. Durante este tiempo ya estábamos más tranquilos todos. Parecía que ya nos estábamos conociendo mas.

Cuando finalmente no nos dejaron entrar a la iglesia, decidimos bajar dejando atrás a un paisaje hermoso. Era tiempo de ir a comer. Comimos en un lugar en el centro de Jericó. Se nos unió al grupo un joven Palestino, se llama Ussein. Nos ayudó en el restaurante, nos traía los platos y si necesitábamos algo, nos lo traía. Se portó muy bien, yo le dije que venga con nosotros a sentarse, pero no podía porque quería estar seguro de que nosotros la estemos pasando bien y estemos cómodos. Acabamos de comer (yo comí ensaladas con pan árabe y hummus porque preferí comer como vegetariana). Fuimos a un árbol. Ese árbol es importante porque fue donde Jesús hacía milagros de salvar a gente, pero lo más increíble es que la persona que nos estaba contando la historia, un Palestino, sabía que el grupo era un grupo Israelí y Palestino. Nos dijo que ellos quieren paz, que le digamos a nuestra gente que ellos quieren vivir en paz, sin más guerras. Dijo que todos somos parte de una nación, que nosotros creemos en 1 D-os y eso es todo lo que se necesita. Si creemos en el mismo D-os, entonces debemos de llevarnos bien entre nosotros. La verdad me impresionó cómo hablaba el señor, me encantó lo que dijo porque sinceramente sentía lo que nos decía. El árbol era lo importante del lugar, pero él sabía a quien le estaba hablando. A algunos de nosotros nos regaló fotos de Cisjordania. De camino al camión a mi se me ocurrió comer galletas. Me paré en una tienda donde otro participante también entró. El dueño del lugar era su amigo. Agarré unas galletas y pagué. Después de salir de la tienda, me di cuenta que no me había dando miedo entrar a la tienda.

Se estaba haciendo tarde, continuamos con nuestro recorrido y fuimos a un templo. El templo se llama Shalom al Israel. Parecía una casa común y corriente, pero adentro había un templo. Después de ver si podíamos entrar, nos dejaron entrar 5 minutos nada más para ver que había adentro. Entramos y había un sendero arriba del piso. Estaba un poco obscuro, pero me di cuenta que abajo de nosotros había un mosaico enorme. En el centro había una Menorah y escrito en Hebreo viejo decía Shalom al Israel o Paz a Israel. El templo es desde el sexto o séptimo siglo y fue descubierto en 1936. Ahora no hay nada adentro es solamente un cuarto con el piso de Mosaico. Desde 1967 hasta 1987 la gente rezaba ahí, pero por el acuerdo de Oslo, Israel tuvo que darle la propiedad a la Autoridad Palestina. Me encantó visitar un templo judío con Palestinos. Fue muy emocionante ver cómo los Palestinos también querían aprender sobre el templo y escuchaban con mucha atención a Nir, un participante que contaba la historia.

De ahí nos fuimos a un parque Español. Era un parque con muchos niños jugando y mucho espacio verde. Había una fuente. Nos sentamos todos en un círculo y unas niñas se acercaron. Empezaron a tocar su tambor y empezaron a bailar al ritmo árabe. Judíos y palestinos bailando mientras las niñas cantaban canciones. Cantaron una canción de Shakira (la del waka waka) y todos estaban aplaudiendo y viendo la convivencia. Fue muy emotivo ver eso.

Cuando las niñas se fueron nos sentamos en un círculo y empezamos a platicar del viaje. Unos dijeron que se sentían diferentes, que no sentían ningún miedo de estar en territorio palestino. Fue un día muy lindo y muy padre poder ser parte de este grupo.

Como no teníamos hambre, decidimos ir a caminar, en lugar de ir a cenar. Caminamos un rato por el centro de Jericó y platiqué con una señorita que está estudiando ciencias políticas en Israel. Esta haciendo su Maestría, su tesis es sobre los debates del Knesset sobre los refugiados en Israel. Era interesante lo que decía, la posición del gobierno en caso de que Israel absorba a tantos refugiados, esto no va a ser un estado judío porque después va a existir la integración de los judíos con los africanos y vamos a crear un pueblo diferente. Para mí, eso es una estupidez, pero bueno, el gobierno tendrá sus razones.

Cuando estábamos caminando veía a muchos hombres haciendo falafel, tiendas abiertas, pasó una pareja que se iba a casar, o se habían casado y los coches tocaban a todo lo que daba. Era una escena de un pueblo no muy desarrollado, pero al mismo tiempo haciendo cosas normales, como las que cualquier otro centro del pueblo haría. Gente vendiendo cosas, gente caminando. Vimos una iglesia y al lado de la iglesia había una mezquita. Exactamente en frente una de la otra. La iglesia tenía luces de Navidad. De ahí nos fuimos a tomar café. Yo pedí té. Nada mas costaba 4 shekels, no es nada, es 1 dólar y 10 centavos. Lo que más me gustó de esa parte del viaje es que platiqué con Ussein. Hablamos de la paz, qué era lo que faltaba. Él decía que es importante para ellos tener su propio estado. Él también quiere paz, no quiere tener puntos de control o checkpoints. Esa plática fue una de las pláticas mas interesantes de todo el viaje. Su familia vino de Nigeria y viven ahora en Jericó. Le gusta jugar basquetbol  y le gusta escuchar Hip Hop, estudia computación.

De regreso al hotel estaba pensando sobre el día que tuve. Veía lo que era Cisjordania, no hay mucha infraestructura, no hay edificios gloriosos como en Israel, se ve que la gente de ahí no tiene el mismo estilo de vida, pero con todo eso igual nos trataban increíble, los Palestinos querían que estemos muy alegres y muy cómodos. Veía la luces, pasamos por Betlehem y había mucha gente, pero por lo general las calles estaban vacías, no había tantas cosas que ver, pero yo veía cómo la gente vivía, las casas que tenían, etc. Comparando Israel y Cisjordania, creo que Cisjordania tiene que ser desarrollado mucho más. No sé si es porque Israel no deja que se construyan mejores casas, pero la construcción de las casas es un poco pobre. Pero hubo algo que no entiendo. En el mismo camino, un poco después de Beit Lejem habían unas casas muy grandes, enormes, tenían hasta jardines y estaban todas cerradas con barreras. Eran mansiones, estaban en las afueras, pero no entiendo cómo pueden existir esas mansiones cuando la mayoría de la gente vive en casas mucho más chicas y modestas.

Llegamos a Bet Yala y algo increíble pasó. Sacamos las Menorahs y empezamos a prender las velas de Hanukah, fue padrísimo ver a los palestinos escuchar con mucha atención el cuento de Hanukah, entendieron por qué prendemos 8 velas y por qué es tan importante esta fiesta para nosotros. Después de prender velas cantamos canciones. Estábamos todos abrazados, Palestinos e Israelíes, los Palestinos nos veían cómo cantábamos y los judíos cantaban.

Después se fueron los Palestinos y me fui a descansar para recargar pilas para el próximo día que era el día donde íbamos a conocer Beitlejem. Cuando llegué a mi cuarto, no podía entender qué es lo que había pasado. Todo el día estuvo lleno de emociones, me estaba encantando ser parte de un grupo que quiere paz.

Al otro día nos levantamos temprano, desayunamos en el hotel y fuimos a Beitlejem. Tenia curiosidad de cómo iba a ser de día porque de noche era muy lindo. La primera parada fue en las albercas de Salomón. En esas albercas se abastecía el agua hace muchos años. Eran 3 albercas enormes, una más grande que la otra. En lo que caminábamos por las albercas, platicaba con Elsheva acerca de la comunidad judía de México y la vida en Estados Unidos. Lo que me llamó la atención es que el lugar debe de ser cuidado porque podría ser considerado como un lugar histórico importante, pero parece que está siendo olvidado, no hay mucha seguridad y no hay nadie que esté cuidando, tampoco hay información escrita acerca de este sitio. Dicen que en unos años van a hacer hoteles al lado, pero lo veo difícil.

Después fuimos a Beitlejem. En ese lugar caminamos por las calles en la ciudad vieja. Me encantó caminar por ahí, es todo blanco y las calles no son muy estrechas, son muy chiquitas. En lo que íbamos en el camino platicábamos con todos, nos seguíamos conociendo unos a los otros. Pasaban los coches muy cerca a nosotros, el camino era muy chiquito y se veía muy viejito.

Por fin llegamos a la Basílica de la Natividad. Nos dieron una explicación del lugar. La mayoría de nosotros éramos, o judíos, o musulmanes, no teníamos tantas ganas de escuchar toda la historia, solamente por curiosidad o para ver qué es la Basílica es que estábamos ahí. Pero fue interesante escuchar lo que decían acerca del lugar donde nació Jesús. Entendí porque la gente quiere ir a la Basílica, es un lugar muy importante para ellos. Lo que más me gustó es la convivencia adentro de la iglesia. Rawan quería enseñarme algo, me dijo que vaya a ver, pero estábamos en el grupo, así que no pudimos ir, pero igual me encantó estar ahí un día antes de Navidad, había mucha gente de muchas partes del mundo y también vimos a una señora que trabaja en la televisión de Jordania, estaba haciendo su show desde Beitlejem. 

Después de esta visita, continuamos caminando. Cuando salimos, vi a Nir preocupado, estaban diciendo un discurso en árabe que decían que tengan cuidado con los infieles, o sea nosotros, por  eso nos tuvimos que ir rápido del centro. Caminamos a una universidad pero no pudimos entrar porque no habíamos hecho cita, entonces decidieron llevarnos a la pared donde se separa Israel de Cisjordania. En esa pared había mucho arte con aerosoles o grafiti, o sea toda la pared tenía mensajes de paz o de guerra, como lo quieran ver, de que los palestinos van a tener su propio estado. Le tomé muchísimas fotos a la pared porque sí estaba muy impresionada de todo lo que estaba escrito. 

Al lado compré una bufanda para Rachel, para nuestro amigo secreto. Después tuvimos una plática en grupo acerca de la situación que se vive. Nos contó el guía que ellos quieren paz, que ya no quieren tener separaciones, pero entiende también que tienen la separación porque ellos la provocaron. Dimos gracias y dijimos que esperamos que sigan los viajes porque son muy importantes para crear diálogos. Cuando acabó todo nos regresamos a Bet Yala y nos dijimos adiós. Había sido una experiencia increíble para todos los que pudimos estar ahí. Dijimos que íbamos a mantenernos en contacto y nos dijimos hasta luego.

Para mí, fue una experiencia increíble. No había mucha gente internacional mas que mi amiga Shaina y yo, los demás eran Israelíes o Palestinos. Ver el diálogo entre ellos fue muy bonito y me dio optimismo para poder ver más coexistencia. Espero ver más cosas así en el futuro para poder crear un Medio Oriente con más sensibilidad.


martes, 6 de diciembre de 2011

¡Una Visita Sorprendente!


Hoy fue un día de excursión. Fuimos a Barta y a pueblos Árabes. La verdad, hacía mucho tiempo que quería ir a esos lugares. Vino con nosotros nuestro profesor David Mendelsohn, el genio que sabe muchísimo sobre la vida de los Árabes en Israel. También trajo a su amiga Lidia que es un genio total y escribe para muchos periódicos. 

Yo estaba esperando encontrarme a gente que odie al Estado de Israel. Me sorprendí mucho cuando escuché lo que tenían que decir. 

Primero llegamos a Umm el Fahm. Es un pueblo de Árabes Israelíes que ha sido poblado desde hace 800 años. Entramos a una galería de arte donde se encuentra el arte de artistas judíos, cristianos y árabes. Habían muchas piezas de cerámica y muchas fotos. El dueño del museo nos vino a hablar sobre el museo.

El museo es un lugar para que la gente a donde ir. Los líderes religiosos y políticos usan ese lugar para reunirse. El lugar se creó para que la gente de bajos recursos pueda participar con su comunidad. Es un lugar de encuentro para todo el pueblo y la misión es enseñar la cultura que han tenido en Umm el Fahm y en todo el mundo Árabe. Muchas veces la gente solamente conoce el hummus y la comida, y no se dan cuenta de la cultura que tienen. 

El museo ha sido extremadamente exitoso. En 3 años lo van a agrandar en un edificio muy bonito. El museo tiene archivadas miles de fotos y 250 entrevistas de gente que vivió durante los años en que Israel se convirtió en un estado. Es increíble esta iniciativa porque enseña cómo la gente Árabe vivió ese episodio. Para nosotros nos puede parecer algo que no tiene significado pero para ellos es algo muy importante. Para ellos es una tragedia lo que pa en 1948. 

A pesar de todo, Sair, amigo de David y parece ser dueño del museo, se siente como un Israelí. Él dice que Israel es como su padre adoptivo. Nos contó muchas cosas acerca de su vida y la vida de los árabes. Ha cambiado mucho su cultura por estar viviendo en Israel, sobre todo en los últimos 20 ó 30 años. Ahora, los árabes hablan y discuten temas políticos, derechos de las mujeres, la situación entre árabes y judíos y muchos temas más. Sair dice que es importante tener este tipo de diálogos. Algo que dijo que es muy importante es que los árabes en Israel conocen a los judíos. De alguna forma están forzados a conocernos porque viven en un país judío y la mayoría es judía. Sin embargo, los judíos no hacen el esfuerzo de conocer a los árabes. Muchas veces decimos que los árabes son el problema de muchas cosas y no nos damos cuenta que es importante primero conocerlos. 

Sair se siente Israelí como cualquier otro judío israelí. Él dice que los Judíos Israelíes deben de tener miedo porque la nueva generación de Árabes Israelíes han aprendido a ser Israelíes. Por ejemplo, Sair dijo algo muy importante, su hija estudia en Montreal, le han dicho que ella se ha llevado con ella la jutzpá Israelí, esa actitud de sobre-potencia hacia la vida, de alguna manera puede ser vista de forma arrogante, una mujer árabe estudiando en Montreal. Es increíble ese comentario. Significa que ella se siente Israelí ante todo. Algo más interesante es ver que ella está estudiando fuera de su casa con la posibilidad de no regresar nunca más a su casa, hecho que antes no pasaba. 

Otro tema que discutimos después de la visita a este museo es el problema de la línea verde. La línea imaginaria que divide a los territorios Palestinos y a Israel. Es una línea que no se ve, no está pintada en ningún lugar, solamente cuando hicieron la línea la pintaron de color verde. Esa línea dice que es territorio Israelí y marca el territorio Palestino. El problema es que cuando se creó esta línea, dividió a diferentes familias. A las familias Árabes les dicen Hamulas. Una hamula fue dividida a la mitad y hasta el año 1967 pudieron verse otra vez. Golda Meir, ex primer ministro de Israel dijo que no existen los palestinos por los diferentes tipos de Hamulot. Cada familia tiene sus propias costumbres. 

En el camino a Barta, vimos unos asentamientos Judíos que causan un problema cuando Israel quiere protegerse y hacer una barrera de seguridad. El problema es que los asentamientos están adentro de Cisjordania, territorio en disputa, y la barrera divide en dos a Barta, una ciudad Palestina. Vimos como la barrera deja a una parte de Barta del lado de Cisjordania y la otra parte se encuentra adentro de Cisjordania pero está dividida por la línea verde. Es decir, la ciudad está en medio de la barrera y la línea verde, la gente no puede salir de ahí porque no puede entrar a Cisjordania ni a Israel. Es un problemón. No había visto en persona como es que por seguridad al Estado de Israel mucha gente queda dividida. También por otro lado, si Israel tuviera paz, no tendríamos el problema de la barrera que mucha gente le llama la pared de segregación racial como fue en Sudáfrica hace unos años. 

Hay muchas cosas que pasan en Israel con los árabes. Muchos dicen que no tienen derechos como los judíos. Yo siento que hay algunos derechos que es imposible que tengan los árabes. El problema es que el país es un país Judío. Siempre le van a dar privilegios a los judíos y no a los árabes. Sair dijo que no tiene los mismos fondos que un museo tendría, pero Israel se tiene que preocupar de mil millones de cosas más. Por ejemplo, la seguridad es más importante. Es cierto que los judíos y árabes no tienen los mismos derechos, pero ese es el punto. El gobierno va a preferir un proyecto judío a uno árabe. Es igual en los países Árabes. Los gobiernos de esos países van a preferir a sus ciudadanos Árabes que a los Judíos. Aunque me gustaría ver un cambio en políticas, que los derechos a ciudadanos sean más balanceados, sería imposible admitir que en el futuro esto pasará. 

Acabó nuestro día despidiéndonos de la línea verde poniendo un pié en Cisjordania y otro en Israel. La llamada 'barra de apartheid' (que es 92% reja, no pared como muchos dicen), tiene tramos que no hay ni siquiera una barrera. Muy fácilmente pudimos entrar a Cisjordania, sin ningún problema. No quiere decir que siempre es así, pero la gente hay veces que magnifica los problemas con el afán de crear ruido. Nos subimos a los camiones y los residentes de Barta nos despidieron diciendo adiós con la mano, los niños corrieron hasta el camión para echarnos besos con la mano y decirnos adiós. Es increíble lo que puede pasar cuando uno se da la oportunidad de conocer el otro lado. El gobierno y los medios de comunicación nos dan una perspectiva muy diferente a lo que puede ser la realidad. Hay gente de los dos lados que quiere paz, el único problema es que no nos conocemos unos a otros, no nos damos la oportunidad de ver más allá de lo que nos dejan ver.